Lugares

Aunque los Caballeros Hospitalarios administraban prioratos, encomiendas y bailías a lo largo y ancho de Europa, su Convento (lugar en que se encontraba la Casa Madre de su Orden religiosa) se ubicaba en Malta, la mayor de las tres islas que, junto con Gozo y Comino, integran el archipiélago maltés.

Tras su asentamiento en la isla, en el año de 1530, los Caballeros establecieron su capital en la Città Vittoriosa (actual Birgu). Allí resistieron durante el Gran Sitio de 1565. Sin embargo, un año después de la victoria, el Gran Maestre Jean Parisot de Valette concibió la idea de fundar una nueva capital al otro lado de la bahía, donde la península ofrecía una mejor posición defensiva. La nueva ciudad fue bautizada La Valeta en honor al nombre de su fundador.

Pero la nueva capital no sólo resultaría imponente por sus murallas. Se proyectó como un lugar destinado a mostrar ante el mundo la grandeza y el poder de la Orden, por lo que toda ella fue adornada con los más espléndidos monumentos, destinados a perdurar de siglo en siglo. Hoy en día la ciudad sigue deslumbrando al visitante por la magnificencia de sus edificios.

Entre ellos se cuenta el Palacio del Gran Maestrazgo, residencia del soberano de los Caballeros Hospitalarios y corazón político de la Orden, cuya fachada, más antigua y sobria que el resto de la construcción, contrasta con el gran lujo que caracteriza los patios y las estancias interiores.

Además del palacio del soberano, la orden contaba con alojamientos especiales destinados a los caballeros que habitaban en el Convento. Estos edificios, en número de uno por cada una de las Lenguas, se denominaban Albergues. Aunque, por desgracia, la mayoría de ellos han desaparecido hoy en día, los restos que se conservan dan muestra de que se encontraban entre los monumentos más espléndidos de La Valeta. Prueba de ello es que el antiguo Albergue de Castilla aloja actualmente la residencia oficial del Primer Ministro maltés.

Aparte de las edificaciones civiles, no es de extrañar que, dada su naturaleza, La Orden prestara especial atención a los monumentos religiosos. Una visita a la actual Concatedral de San Juan (antigua Iglesia Conventual, en La Valeta, basta para demostrar que, a lo largo de generaciones, los caballeros se esforzaron por convertirlo en uno de los más fastuosos templos de toda la cristiandad. Casi 500 años después de su construcción, el visitante sigue quedando boquiabierto ante tan impresionante espectáculo; tal vez, la más elocuente muestra de la importancia histórica de los Caballeros de Malta.

Apéndices